El objetivo del Real Decreto 1620/2007 es regular la reutilización de las aguas depuradas estableciendo los requisitos técnicos y sanitarios necesarios para asegurar la protección de la salud pública y del medio ambiente. Esta normativa busca promover el uso sostenible de los recursos hídricos y reducir la presión sobre las fuentes de agua potable.
El decreto se aplica a todas las actividades de reutilización de aguas depuradas en el territorio español, abarcando tanto el uso urbano, agrícola, industrial y recreativo como otros usos medioambientales.
Usos urbanos
- Riego de zonas verdes públicas y privadas
- Alimentación de sistemas de riego y fuentes ornamentales
- Limpieza de calles y alcantarillado
- Descarga de inodoros
Usos agrícolas
- Riego de cultivos y plantaciones
- Uso en la acuicultura y ganadería
Usos industriales
- Procesos industriales que no requieran agua potable
- Sistemas de refrigeración y control de polvo
Usos recreativos
- Riego de campos de golf y parques
- Llenado de lagos y estanques artificiales
Usos medioambientales
- Humedales artificiales
- Mantenimiento de caudales ecológicos en ríos y arroyos
- Recarga de acuíferos
Para llevar a cabo la reutilización de aguas depuradas, es necesario obtener una autorización administrativa que asegure el cumplimiento de los requisitos establecidos.
De hecho, el Real Decreto establece la obligación de monitorizar y realizar controles periódicos para garantizar que las aguas reutilizadas cumplen con los parámetros de calidad establecidos. Además, es necesario realizar un mantenimiento regular.
La normativa completa incluye otros detalles técnicos y específicos adicionales que son esenciales para la implementación y la gestión adecuada de proyectos de reutilización de aguas depuradas.